NATAN ELKANOVICH

Natan Elkanovich nació en Moldavia bajo el régimen comunista de la ex URSS. Ser un niño de espíritu libre y artístico en esos tiempos era extremadamente difícil. Con cuidado de no hablar de manera que pudiera considerarse subversiva por temor a las autoridades o a vecinos delatores, su solución fue dar vida a sus ideas a través de la decoración de las comidas que preparaba junto a su madre en su cocina. Como joven en desarrollo, Natan se trasladó a Israel en busca de una nueva vida. Esto le permitió transmutar sus innovaciones infantiles con la comida para convertirlas en arte en lienzo. Luego asistió a Shenkar, Colegio de Ingeniería y Diseño de Tel Aviv, donde obtuvo su Licenciatura en Diseño de Moda. Entre 1995 y 2015, paralelamente a su carrera como pintor, trabajó como Diseñador de Vestuario Senior en la industria cinematográfica y televisiva israelí, por lo que recibió 4 veces el premio de la academia israelí al mejor diseño de vestuario. Desde que la pintura se convirtió en una parte integral de su vida, Natan ha trabajado en desarrollar su técnica única y distintiva de pintura 3D, que es reconocida como NATANISMO. En su técnica original, que desarrolló a principios de los años 90 del siglo XX, Natan combina meticulosamente todo tipo de materiales plásticos en diferentes cantidades, que incluyen, entre otros, silicona y acrílicos, y los aplica, utilizando utensilios de cocina, sobre lienzo. Este medio crea una textura rígida en 3D en la superficie, lo que produce un resultado impresionante. El uso de utensilios de cocina como herramientas de pintura se debe a sus profundas raíces en la cocina, arraigadas en él desde su infancia. Todos sus materiales son aplicados con una devoción laboriosa, completamente a mano. Para Natan, hay un elemento de tantra en su trabajo, que incluye repetición, paciencia y gracia. Estos movimientos constantes y repetitivos se convierten en una meditación para él, conectando lo físico con la naturaleza energética de la luz y el espíritu. Enraizada en su arte, hay una genuina apreciación por la humanidad. Identificándose como humanista, Natan busca enfatizar y explorar la belleza en la humanidad, junto con los elementos de amor, nostalgia, anhelo, aprecio, honor y gratitud. Natan no olvida de dónde viene y, como filántropo, dona varias de sus piezas cada año a nobles causas, apoyando tanto a jóvenes como a ancianos dentro de comunidades en todo el mundo, independientemente de la raza, religión y género. Como hijo de un sobreviviente del Holocausto y prisionero del régimen de Stalin, Natan eligió celebrar la vida y los dones que trae, y retratarlos a través de su arte. Las pinturas 3D de Natan forman parte de innumerables colecciones privadas y se pueden encontrar en galerías de élite y museos de todo el mundo, compartiendo paredes con los principales maestros de nuestro tiempo.